sábado, 19 de febrero de 2011

Diario de una puta - Capítulo 7

30 de Septiembre, 2009, 18:00 pm

Me levanté de aquel rincón y me sequé las lágrimas con un pañuelo. Por mi cabeza pasaban miles de cosas. No comprendía como en menos de 24 horas me había quedado totalmente sola. Me dirigí al baño y me lavé un poco la cara, me miré en el espejo. Tenía un horrible aspecto.

-Parezco un zombie- dije para mí misma.

Saqué de uno de los pequeños cajones que había en el tocador, un neceser blanco, contenía múltiples de correctores, un neceser de primeros auxilios para princesas en apuros. Me apliqué en la cara todo tipo de correctores y volví a mirarme detenidamente en el  espejo. Había una gran mejoría en mi cara. Después de solucionar mi grave problema con las ojeras, cogí mi abrigo y mi bolso, en él metí  60 euros y un paquete de pañuelos de papel. Salí de mi casa y me dirigí a un parque donde sabia que se encontraba aquel chico que me vendió la cocaína la noche anterior. Le encontré rápidamente, nada más verle me acerqué a él con cierto cuidado. No parecía tan misterioso como aquella noche que le vi, más bien me parecía hasta atractivo. Era alto, tenía la piel morena y era de complexión atlética, sus ojos eran azules verdosos. Llevaba unos vaqueros azules con unas deportivas de color blanco y una chaqueta de color marrón.

-¿Tienes mercancía?- le susurré.

-¿Cuánto quieres?-me dijo.

-Un gramo.-le respondí.

-Te propongo una cosa…un 2x1 pero me tienes que hacer un favor- dijo esto mirándome descaradamente el escote- ya sabes para alegrarme el día y eso…

Cuando me lo dijo, pensé en decirle que no, pero quería demostrarle a Lola que no es necesario depender de una persona que no la valoraba para poder conseguir aquellas golosinas.

-Bueno….pues…la verdad es que otra alegría para mí no me vendría mal-dije mordiéndome el labio inferior.

-Te llevo a mi casa y si quieres ese par de gramos nos lo tomamos nosotros mientras que nos lo pasamos bien..- me dijo a la vez que me cogía de la cintura.

-Me parece genial.

Nos dirigimos a su coche era un Seat Ibiza de color rojo fuego. Durante el viaje no articulamos palabra. Al llegar entramos en su portal, subimos unas escaleras de madera y luego él abrió la puerta de su casa. Al ver el interior de su casa me quedé sorprendida nunca pensé que un camello tuviese una casa tan organizada, siempre me imagine que vivirá en un tugurio lleno de humedades, ratas y más cosas desagradables.

-Te puedes poner cómoda- me dijo sonriendo.

Me quité la chaqueta y la deje en una silla, de repente note unas manos en mi cintura, me giré y allí estaba él, tocándome el culo con brusquedad y mirándome con cara de querer comerme en un solo bocado.

-Vamos a pasarlo bien- sacó del bolsillo una pequeña bolsa de plástico, de ella sacó una pastilla blanca en la que había dibujada un gallo.

-Dijimos que íbamos a tomar cocaína- dije asustada.

-No te preocupes, con esto te lo vasa pasar mejor. Además te las doy gratis, ¿recuerdas?- después se colocó la pastilla en la comisura de los labios y se acercó a mí para besarme, yo accedí sin dudarlo.

Nuestras lenguas se entrelazaron y yo recibí la pastilla en mi boca e inmediatamente me la tragué. Escasos minutos después me notaba mareada y me daba vueltas todo, no sabía dónde me encontraba, solo sentía que aquel chico recorría cada centímetro de mi cuerpo como si me fuese a desintegrar en ese mismo momento. Lo último que recuerdo son los gemidos de placer que salían de los labios de ese chico y que todo me parecía una película. Me gustaba esa sensación y quería volver a experimentarla. 

3 comentarios:

  1. Me encantaaaaa!!!! Ke fuerteee!!!! Se volverá una drogadicta? O.o Kiero el siguiente!!! Un besote!!!

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  2. me encanta tia el capitulo y el seat ibiza rojo de k me sonara jajajajaj :P espero k el xico la trate bien pork madre mia, y pastillas con un gallo mola jajajjaja y k la bese para pasarla la pastilla tambien :P
    pues nada espero el sigiente aunk aya tardado en comentar jejejej
    os kiero wapas :D

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